domingo, 8 de diciembre de 2013

¿La Navidad es del Diablo?

Por estos días, como es habitual, estamos saturados de información referente al origen pagano de la Navidad; un tema repetitivo, superficial, lleno de fanatismo y tratado con un matiz de religiosidad popular, que sencillamente se vuelve algo fastidioso.

Muchas cosas se dicen al respecto: Que Jesús no nació en diciembre y que la iglesia primitiva nunca celebró los cumpleaños. Que el pesebre es una representación idolátrica y que la virgen ya no es virgen, porque después, tuvo muchos hijos más.

También se dice que el árbol decorado simboliza el falo erecto y que los adornos que cuelgan de él evocan los testículos de dioses castrados en el antiguo Egipto. Por otro lado, hay quien manifiesta que los adornos esféricos no son gónadas masculinas, sino cabezas colgadas del ejército enemigo derrotado en batalla.

Que Santa Claus no es nada santo y por el contrario, es medio gay por ser "santa" con características de hombre. Además, es un personaje apoyado en sus labores por duendes que no son más que la tipificación de los 
demonios.

Los vicios también hacen parte del complot en contra de la Navidad; por ejemplo, Rodolfo, el famoso reno, consume alucinógenos y por eso tiene la nariz roja, mientras tanto, los peces en el río, son bebedores empedernidos: Beben y beben y vuelven a beber...

Por otro lado, el Papa Emérito, Benedicto XVI, apoyado en el Texto Sagrado, dijo que el burrito sabanero ya no forma parte la escena. 
Si por eso fuera, los Evangelios tampoco dicen nada de las campanas de Belén, que tanta publicidad tienen en los villancicos; ni de los tres reyes magos llamados Melchor, Gaspar y Baltazar. Se habla de un grupo de sabios anónimos; no eran tres, no eran magos y no eran reyes. 

En fin, podríamos hablar muchas horas en defensa de la ortodoxia doctrinal y aborrecer estas celebraciones, que según los eruditos de La Biblia, en poco glorifican el nombre del Salvador; sin embargo, vale decir, que hay cosas mucho más trascendentales que esas, las cuales vale la pena tener en cuenta. 

Independientemente de las creencias que se puedan tener, la Navidad es época de unión, de paz y de reconciliación; por lo general, las peleas del año llegan a su fin en diciembre. Además, se come bien, se comparte con la gente que se ama y se dejan las expectativas abiertas con el sueño de tener un mundo mejor en el futuro.

Las familias se unen y las sonrisas se reflejan en el rostro de grandes y chicos; ¿será que el Todopoderoso no se alegra con la alegría? Debo confesar que mi fe reposa en un Dios de paz, gozo, reconciliación y armonía. 

De igual manera me puse a pensar que la esencia de la Navidad, radica en la llegada a la tierra de un Dios que se hizo hombre por amor a los hombres. Miles no están nada interesados en esto, ya que sus vidas están alejadas de cualquier hálito de fe.

Sin embargo, en medio de las celebraciones navideñas, los corruptos, los vagos, los despreocupados, los borrachines y otros personajes que hacen parte de nuestras familias, recitan casi de manera inconsciente, un clamor desde lo más interno de su ser "Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto."

Por eso hoy, abiertamente, manifiesto que nos hace falta hacer carne en nuestras vidas, esa súplica que por nueve días cobra fuerza en los que rezan las novenas navideñas. Un clamor sencillo dirigido a Aquel que nos amó a pesar de conocernos.

Así pues, encontrar a Dios, en medio de una densa oscuridad, se ha hecho tan especial y a su vez controvertido, que no dejo pasar un instante, sin pensar en cada pequeño detalle que pueda brindar la oportunidad de acercamiento a esa Divinidad tan diferente a la que nos han enseñado a lo largo y ancho de los años. 

Feliz Navidad...




 Los Simpsons - Matt Groening

Nota: "Falta Pelo Pa' Moño", es un compilado de reflexiones de la vida cotidiana, que hacen referencia a un Dios que puede habitar aún en medio de la densa oscuridad.

Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se acercó a la nube oscura en la que estaba Dios.” Éxodo 20:21